Tiempo de actuar...

Programa de orientación psicoeducativa de habilidades sociales con menores infractores en régimen de internamiento

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Sesión 10: Vísteme despacio que tengo prisa

19 de mayo de 210

- Lo planteado:

Actividad 1: “Recorrido por los sentimientos de un día”

1. Las implementadoras explicarán claramente la actividad y resolverán antes de comenzar todas las dudas para que, si surgen durante el desarrollo de la misma, los menores no se desconcentren. La explicación de la actividad y la resolución de dudas, puede abarcar de unos 5 a 8 minutos aproximadamente.

2. Esta actividad consiste en realizar un visionado mental del día anterior. En él, los menores deben señalar cada una de las emociones más destacadas que vivieron, tanto agradables como no. El desarrollo de la dinámica tendrá una duración estimada de 15 minutos.
Por último, en grupo propondrán “recorridos” alternativos, los cuales omitan las situaciones estresantes o sentimientos indeseados tanto de sus compañeros como propios.


3. Finalmente se hará hincapié sobre la expresión de los sentimientos agradables. Este último paso y el anterior, podrán tratarse paralelamente en un tiempo aproximado de 10 minutos.

Actividad 2: “Ponte en situación y relájate”

1. Las implementadoras pondrán en una situación estresante a los menores. Esta situación podrá ser “imagínate durante unos minutos qué sentirías si al bajar de tu casa para ir a dar una vuelta con tus amigos te encuentras con que tu moto (que te ha costado 2000 euros) no está, te la han quitado” o también “imagínate que te han comunicado una sanción o falta y que piensas que no la deberías tener porque lo que has hecho no es para tanto, pero tienes que cumplirla”. Seguido de esto, tendrán que escribir en un papel los sentimientos y reacciones que esta situación les provoca. La duración de este primer paso será de 15 minutos.

2. Los menores se tumban en colchonetas boca arriba y cierran los ojos. Deben mantener los brazos y piernas ligeramente abiertos. Tienen que repetir mentalmente de forma regular y pausada “estoy tranquilo”, “estoy relajado”… concentrándose en esas frases mientras respiran profundamente de la siguiente forma: inspirar profundamente mientras las implementadoras cuentan hasta 4 en voz alta (aunque se les dirá que cuando usen la técnica lo deben hacer mentalmente), mantener la respiración mientras las implementadoras cuentan hasta 4, soltar el aire mientras las implementadoras cuentan hasta 8 y repetir el proceso anterior cuatro veces. Además, se les explicará que para comprobar que están haciendo la respiración correctamente pueden poner una mano en el pecho y otra el abdomen, y si solo se les mueven la mano del abdomen al respirar entonces lo estarán haciendo bien. La duración de esta parte de la actividad será de 10 minutos.

3. Las implementadoras comentan a los menores que bostezar es una forma que ayuda también a relajarte después de realizar el paso anterior. Seguido de esto, cada uno comentará al resto como se ha sentido durante la relajación y rellenará el inventario de sentimientos y percepciones para evaluar la actividad. La duración será de 5 minutos.


- Lo llevado a cabo:

1. Se explica lo que se pretende con la actividad, los objetivos que queremos conseguir.

2. Se les explica la actividad y los menores comienzan a decir en voz alta su recorrido de sentimientos. Durante esta actividad salen a la luz numerosos problemas personales y familiares que afectan a los menores. El educador nos aclara que puede servir de terapia y los menores comienzan a expresarse. La actividad se alarga mucho y algunos ratos “amargos”. Tras acabar el recorrido de sentimientos algunos menores estaban prácticamente llorando y solo quedaba un cuarto de hora del tiempo. El clima era bastante pesimista y muchos de los problemas eran de un trasfondo demasiado complejo como para dar soluciones a la ligera.

3. Ya que la actividad 2 de esta sesión se decidido realizar en una sesión anterior, y además por el clima que se había creado convenía emplear una de las actividades complementarias que implicara movimiento y diversión, elegimos una de las actividades de reserva que favorecía el ambiente y trasmitía alegría. La actividad consistía en formar un círculo y que uno de los menores saliera fuera. Entre todos los demás se le asigna una cualidad y se le escribe en un pos-it. Luego se le pega en la espalda y mediante la mímica los demás deben hacer que éste la adivine. Nosotras también participamos en la actividad por petición de los menores.

- Modificaciones:

Creímos conveniente cambiar la última actividad por otra que implicara diversión y alegría dado que tras el recorrido de sentimientos sacó a la luz problemáticas muy duras de sus vidas y desanimó y entristeció a los chavales. Decidimos por ello realizar una de las actividades de reserva que teníamos preparadas y que hemos explicado anteriormente para animar a los menores.

- Coordinación de las pedagogas en formación con el resto del personal implicado:

En cuanto al horario, nos hemos excedido 10 minutos del tiempo, ya que por imprevistos explicados anteriormente, la actividad 1 se alargó a 45 minutos.

El número de menores ha sido de 5 en total, el previsto para este día eran 6, pero esto no ha influido en el desarrollo de la actividad.

En cuanto a la implementación, la coordinación con los educadores/as de los menores ha sido adecuada, el educador se ha tomado muy enserio nuestra sesión y a estado atento, abierto y participativo durante toda la hora. Al excedernos 10 minutos del tiempo le dijimos que si cortábamos ya y el nos dijo que siguiéramos todo el tiempo que necesitáramos.

- Elementos que no funcionan y justificación:

La actividad 1 ha funcionado bien ya que los menores se han implicado al máximo, se han abierto, han dicho lo que sentían sin reparo, han hablado de sus vidas, su familia, sus problemas… pero como sus realidades son muy complejas y duras la tristeza reinaba al final de la actividad y consideramos más adecuado realizar otro tipo de actividad diferente a la relajación para animarlos.

- Observaciones:

Salimos de la sesión con un sentimiento agridulce. Por un lado nos hemos enfrentado a una situación complicada y muy dura. Los menores estaban tristes y desesperanzados. Por otro lado hemos conseguido que rieran y se animaran tras ello y que participaran en otra actividad. Durante la segunda actividad hubo más compañerismo que nunca. Trabajaron conjuntamente y se ayudaron el la mímica los unos a los otros. No les costó adjudicar cualidades a sus compañeros y no sentían vergüenza a la hora de realizar la mímica.

Por otro lado nos pidieron nuestra participación para adjudicarnos cualidades a nosotras, lo cual demuestra que se sienten más implicados en nuestras actividades y se sienten más cercanos a nosotras.

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